Yo naci en el Valle de Colca ,Arequipa en el pueblo de Yanque ; vivia con mi abuelo Jose y abuela Carolina , mi abuelo era latifundista , tenia muchas propiedades, viviamos como a cien metros o más del cementerio los trabajadores de mi abuelo relataban muchas historias de este que posteriormente les relatare.
Este relato es de cuando tenia seis u ocho años aproximadamente.


A eso de las siete de la mañana la frontera del cementerio se aglomeraba la gente y a como a las ocho sonaban las campanas del templo como alarma llamando por emergencia , oí comentar a mi abuelo decía que algo sucedía y como a las nueve cuando mi abuelo se disponía a montar su caballo para ir a la chacra , se acercaron las autoridades del pueblo, recuerdo que llevaban baras adornadas segun sus rangos que eran tres, el alcalde , el alcalde de aguas, y el gobernador ; mi abuelo los hizo pasar a la sala, hablaban en quechua : -Sr Wiracocha Don Jose (asi denominaban a mi abuelo en el pueblo) venimos a suplicarle que use su influencia para que venga el tata Cura - ,- para realizar una misa por las almas que se han condenado- , - tal vez sera que no nos acordamos de ellos , se han salido de sus tumbas dejando sus cruces fuera del panteón y volteando la ataua en la puerta de la capilla- , mi abuelo les dijo que les ayudaría en todo , les prestó caballos para que vayan a Chivay con su hijo mayor Román , para hablar con el sacerdote y pagarle por sus servicios al cura , las autoridades le agradecieron y se despidieron diciendo que a las doce viajarían a Chivay , mi abuelo ordenó que se ensillasen cuatro caballos y mandó a llamar a mi tio Román , mi abuela Carolina pregunto -¿Qué sucedió?- mi abuelo respondió - estos indios son tan ignorantes que creen que los muertos se han levantado de sus tumbas y se han condenado , debe ser que un loco de mierda haya hecho eso , y estos creen en estupideces- , y montó su caballo y carcajeando se retiro.
Las ahijadas esposas de los peones llegaban a casa para preparar la comida para la gente, ellas comentaban que las almas se condenaron y salieron como una procesión a la hora nona (que es medianoche) con sus cruces para pedir pedir perdón por sus pecados , porque nosotros los vivos no hacíamos misa para ellos.Decían que esas procesiones la hacían cargando sus calaveras y cruces , cada uno llevaba un cirio cubierto con velo que brillaba con luz celeste, cantaban canciones sepulcrales que aterraban a los vivos ,que los que viesen eso podrían morir en poco tiempo , que las almas estaban cubiertas con un hábito o túnica marrón y no pisaban el suelo , mientras la gente dormía iban hasta el templo abrían la puerta , entraban, y al interior se transformaban y todos los los santos reflejaban una luz celeste mas brillante que el cielo, en el altar tres sacerdotes realizaban una misa y las almas promulgaban , cantaban canciones de ultratumba acompañados por el órgano del templo que ya no funcionaba pero ellos lo hacían funcionar ,era una ceremonia en que todas las almas cantaban, lloraban, rezaban mientras afuera los perros aullaban desesperadamente , los vivos no sentían nada solo dormían , al terminar la misa salían del templo como una procesión llevaban una manta marrón sostenida por cuatro barras en forma de toldo en los bordes eran caidos que estaba bordado con oro en forma de calaveras con los huesos cruzados , mas abajo tenia unos pliegues de plata que producía sonidos como sonajas , por adelante caminaba los tres sacerdotes con cánticos tenebrosos ,alumbrados por cirios que tenían una flama celeste , el resto de las almas cargaba una calavera y un cirio , no se les veía los pies parecía que flotaban en el aire, al terminar la procesión después de dar la vuelta por la plaza, entraban al templo, se cerraban las puertas y luego todo quedaba en silencio cuando ya era la una de la madrugada.
Así es como las mujeres lo relataban , escucharlas en su idioma era fantástico , para mi es un poco difícil traducirlo porque no llegue a aprender el quechua por el poco tiempo que viví en mi tierra y que ahora he olvidado un poco.
Al dia siguiente vino el cura y realizo la misa en la capilla del cementerio para que no vuelvan a levantarse las almas, la gente quemó incienso y hierbas aromáticas, pagaron a la tierra con hoja de coca y fetos de sus animales tambien les dejaron botellas de licor y hojas de coca en sus tumbas, mi abuelo no asistió ni otro miembro de la familia.
El Sr Wiracocha solo comento con mi abuela diciendo que admiraba su fe y sus costumbres ,las cuales conmueven mucho y por eso los respeto y apoyo, al fin y acabo son la gente de mi pueblo.
(Los abuelos)
Relatado por Fredy Eleuterio Rivera Llacho.
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