En la época incaica
se dice que sus muertos los enterraban
envueltos en unas mantas tejidas en
lana, algodón de diferentes colores, sus
cementerios eran en lugares difíciles de
entrar , como en riscos, cuevas al pie de
inmensas rocas, para que nadie las
moleste y no profanen sus
tumbas, prueba de este relato son las momias que son encontradas en este tiempo que han profanado
sus tumbas.
Según el relato de
los antiguos que los escuche
en 1956 ó 1957, que eran
transmitidos de padres a hijos
que son transmitidas de generación en generación, relatan que
ponían sus fiambres que ellos le llamaban ccocaua significa fiambre o alimento
para el camino, llenaban un cántaro con chicha otro con maíz y otro con papas chuño occa y otros productos
de sus cultivos y hasta
parte de sus instrumentos domésticos como ollas de barro llamada manca,
platos de barro cocido
llamados chuaz, cucharas de madera
y otros como agujas de madera
o espinas que eran adecuados para
coser sus prendas de vestir para que
les sirva en el largo camino
después de la muerte.
Cuando llegaron los españoles al valle
de los collauas las cosas fúnebres cambiaron
obligados por los sacerdotes Jesuitas e
hicieron cementerios cristianos
cambiando todas sus
tradiciones y costumbres con el símbolo de la cruz, con el
pretexto de cobrarles con sus cosechas y animales por un
reposo o
una misa para sus almas, sino se
condena e irían al infierno a arder en fuego, por ese temor les pagaban a los padres.
En muchas formas cambiaron
sus mentalidades al extremo que todo les cobraban
e hicieron un anda para
llevar a los muertos al
cementerio y les
cobraban el flete , tanto a los
nativos como a los
colonos y mestizos.
El anda era como
una mesa rectangular de metro
noventa por uno de ancho del piso a
la superficie como ochenta de
alto a ambos lados tenía sus mangos para
cargarlos en hombros entre cuatro personas de
las esquinas se levantaban cuatro maderas para sostener una madera de veinte
centímetros por un metro noventa de
largo similar por
las cabecera y los
pies en forma de baranda y cuando
cargaban al difunto alrededor lo envolvían con una manta negra
con un bordado blanco
de una calavera con sus huesos
cruzados como la bandera de
los piratas de barcos
veleros de aquellas épocas , la verdad
que yo niño me causaban escalofríos al ver aquella anda, cuando se realizaban
los entierros iban acompañados
según sus economías o clase social si era de plata, contrataban una
banda musical y acompañaban con
marchas fúnebres, y si era de baja clase
social era acompañado con solamente con arpa, bandolina y quena, y unas quenas largas
que parecían difíciles de tocar, yo los veía estirar el cuello
con la cabeza inclinada que les
llamaban tincuillo nunca supe
como se llamaban en español.
Ahora le diré como era el relato de las atauas, justamente los nativos le pusieron aquel nombre ataua
el ancla carga muertos, supongo que en quechua significa carga muertos, tal vez así sea la traducción. La gente después de
laborar se reunían al anochecer para merendar
(cenar) trabajadores familias
hombres y mujeres con sus niños, todos se reunían
y empezaban a contar toda clase
de relatos decían que los espíritus después que
las personas fallecían, que
viajaban a un mundo lejano para ya no
volver, iban hacia el Dios que habitaba
en el Inti (Sol) por ese
motivo tenían que ayudarlos con fiambres para el camino, y que ahora ya no saben a dónde van
según los españoles se van al
cielo si cumples con pagar sus
ofrendas o al infierno a
arder en fuego si no cumplías con hacerse cristiano, desde entonces a
ahora los entierran en el cementerio con
la bendición del tata cura.
Se decía que el atahua
sentía cansancio y desesperación de
tanto cargar muertos después
lo arrumaban en un rincón olvidándolo hasta que otro falleciera, y
por la
noches en la hora nona cobraba
vida y salía del cementerio produciendo
un ruido aterrador de crujir de madera
antes avía un silencio
por todo el cementerio ni los
tucos cantaban, como si no hubiera nada
crujía la puerta del cementerio
como metales oxidados y le daba paso al ataua que a cada paso golpeaba el suelo y crujían
los maderos tras de el ataua los muertos de sus tumbas se levantaban,
también salía al frente del cementerio agrupándose
en un campo en la fachada donde se encontraba una cruz
como en una especie de altar el
ataua se ponía al frente de todos
los muertos y todos se reían como
una ceremonia y todos los muertos
llevaban un cirio con una llama
celeste el viento silbaba los eucaliptos sonaban crujiendo sus ramas
más otra cosa
como los vivos
permanecían en silencio ni
los peros ladraban
a lo lejos parecía escucharse un
coro que cantaban canciones como si
vendrían de la tumbas lo más
sorprendente que el momento que
esto ocurría el ataua
poco a poco iba cambiando de
forma hasta convertirse en un burro
grande color azulejo con su pelaje que
brillaba tal parecía con la luz de los cirios
el burro más parecía una mula, que es
un cruce entre caballo con burro,
caminaba de un lado al otro dando
soplidos, sus pasos sonaban como
golpes de madera al movimiento de su cuerpo crujía como
madera y cuando rebuznaba sonaba
como si fuera una matraca de
madera se confundía con el viento como
viniendo de unas cavernas profundas y tenebrosas,
y si algún vivo vierta o escuchara
todo el acontecimiento se moriría
de miedo, esto ocurría una vez por
año antes de las
fiestas de los muertos
en noviembre después de
terminar la ceremonia las almas
formaban como un callejón y por el
centro caminaba el burro con toda
prosa hacia el este camino a chivay
las almas se recogían al panteón
mientras el burro se dirigía hacia un tramo del camino que se llamaba KIPARANI
saliendo de Yanque hacia
Chivay en el cerro llamado Pallaclli el principal cerro de Yanque
Kiparani es un abismo hacia el rio por la falda
pasa la carretera, del camino
hacia el rio es un risco
profundo, no se sabe por qué las
atahuas de los pueblos del rededor se llevaban rivalidad como de chivay achoma ichupampa y yanque en Kiparani se encontraban los burros convertidos de
Yanque y Chivay y se armaba
una feroz batalla en la
cual se atacaban mutuamente
rebuznando se mordían pateaban
y la tierra parecía temblar
se oían crujidos de roca desmoronamientos
al fondo del rio bramaban sus aguas como esperando que caigan los burros
para comérselos los golpes sonaban como madera que se rompía, se dice que en ese momento en las rosas se oían como unas puertas que se abrían y salían unos hombrecitos a espectar la pelea haciendo apuestas y coreaban al burro que era su favorito la batalla era feroz caía parte de su pelajes y sus pellejos caían al suelo sus heridas sangraban un líquido negro apestoso a podrido el bullicio era tanto que los cóndores despertaban en lo alto de los riscos y volaban en la oscuridad para ver el espectáculo y parecía que las almas que descansaban al pie de los riscos de los antiguos habitantes salían de sus tumbas sumándose al espectáculo la noche se ponía tenebrosa si alguno persona viva veía esto seguro que de terror moría , antes que diera la una de la madrugada las campanas de los templos repicaban como cuando llevaban a los difuntos a enterrarlos con ese tono de tristeza fúnebre todos los hombrecillos regresaban a sus moradas cerrándose sus puertas las almas y cóndores desaparecían los dos burros mal heridos se marchaban cada cual a su lugar de donde vinieron con pasos torpes temblorosos el ataua de yanque a las justas llegaba lastimado y cuando entraba al panteón se convertía nuevamente en su estado original con pates de sus maderos desastilladlos jadeaban con quejidos como si serrucharían madera era como un espectáculo fúnebre triste , y luego todo quedaba en silencio hasta las tres de la madrugada para luego escuchar el cantar de los animales el gallo empezaba su quiquiriquí a lo lejos los burros caballos perros los pajaritos era el amanecer de un nuevo día
la gente madrugaba a recoger la leña del campo para su fuego de sus cocinas se decía que una mujer por Kiparani encontró unas astillas de la madera , los recogió llevándolo a su caza dice cuando cocino con esa madera la comida le salió con un olor a muerto que tuvieron que botarlo nadie dijo nada sobre la ataua de chivay tales llego en la misma forma a su cementerio esto ocurría igual con las atauas de los pueblos vecinos como dije esto era una vez por año otras veces esto era con la de achoma o Ichupampa otras personas dicen que era por la maldición de tanta maldad que cometieron los conquistadores hay muchos relatos de la atrocidad que hicieron los españoles que nunca dijo la historia todo lo ocultaron solo mintieron para justificar la mortandad de los nativos dijeron que murieron por las enfermedades que ellos trajeron del viejo continente , como les dije todo esto material viene solo de boca de los descendientes de aquellos pasados incaicos .
FREDY RIVERA.
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